En 1996, un grupo de personas sin residencia permanente en Cantabria pero ligados a la Montaña por profundos lazos de afecto, bien por ser oriundos de allí, bien por tener relaciones familiares, profesionales, académicas o simplemente turísticas, deciden constituirse en Asociación para favorecer e impulsar desde una estructura organizativa adecuada la preservación, el desarrollo, el conocimiento y la difusión del patrimonio cultural y natural de la región. La Asociación establece su domicilio social en SANTANDER, y el ámbito de actuación se extiende preferentemente a la Comunidad Autónoma de Cantabria, sin perjuicio de las actuaciones concretas que pueda realizar fuera de la misma en función de los objetivos de la Asociación, dada también su vocación nacional e internacional.